EL TIEMPO COMO INVENCIÓN CULTURAL Introducción El espejo invisible de la humanidad El tiempo no es una ley del universo, sino una invención del miedo. Miedo a desaparecer, miedo a perder lo vivido, miedo a no llegar a donde no sabemos. Así nació el reloj, el calendario, la jornada laboral y la idea de futuro: artefactos para sujetar el vértigo de lo inmutable, para ponerle ritmo a lo que solo sabe fluir. Desde que el ser humano midió la sombra de un palo sobre la arena, comenzó una historia silenciosa: la del dominio del instante. Durante siglos, las culturas observaron el cielo para entenderse a sí mismas. Las estrellas eran relojes del alma, las estaciones, relatos de retorno. Pero en algún momento —quizá cuando el trabajo se impuso sobre el día— el tiempo dejó de acompañar la vida para medirla. El tiempo dejó de ser experiencia para convertirse en contabilidad; dejó de ser ritmo para volverse estructura. Lo que antes era danza se hizo jaula. El tiempo, ese ...